Mi primer trabajillo remunerado fue como profesora de la actividad extraescolar de mecanografía, allá por el año 1987, en un colegio público. Desde entonces, siempre me he dedicado a la formación de una forma u otra, sea dentro de las funciones propias de los trabajos que he ido desempeñando como psicóloga, formando a otros compañeros o a colectivos de usuarios, sea como freelance, y es algo que, simplemente, me encanta.

He llevado a cabo formatos muy diferentes entre sí, desde los más formales y estructurados, como pueden ser las clases de máster universitario o a aspirantes a Mossos d’Esquadra en el Institut de Seguretat Pública de Catalunya, a las más informales como un taller de risoterapia en un CAU (asociación de ocio infantil tipo “Boy Scout”) o entre amigos. Lo mismo conferencias que clases magistrales, talleres o comunicaciones. Temáticas tan diversas como una escuela de padres, el crecimiento personal, la inserción laboral, el manejo de la ansiedad, las habilidades sociales, la inteligencia emocional, cómo diseñar un itinerario de tratamiento para un delincuente, tratamiento de las drogodependencias…

He hecho formación propiamente dicha, y tratamiento grupal o talleres divulgativos. He trabajado para entidades públicas y privadas. Colectivos con y sin trastornos mentales. Profesionales de mi ámbito y gente lega en psicología. Gente formada y prácticamente analfabeta. Niños, jóvenes, adultos, mujeres, inmigrantes, delincuentes.