Dice la Organización Mundial de la Salud que todas las personas deberían tener acceso a los servicios de salud que necesiten sin que el pago por ellos las hunda en la pobreza. La realidad es otra bien distinta. Hay muchos países que no disponen de un sistema sanitario público y, por lo tanto, sólo puede acceder a los tratamientos quién puede pagarlos. Y en los países en que sí se da una cobertura generalizada, como en el nuestro, suele pasar que la necesidad o demanda es con creces superior a los recursos y estos servicios están saturados.

El hecho es que acceder a un psicólogo que pueda visitarte con cierta frecuencia es un gasto que no todo el mundo puede permitirse (aunque no me puedo resistir a señalar que también hay quién prioriza otros gastos menos importantes y se autojustifica diciendo que no le llega para el psicólogo).

En mi presentación te dije que, para mí, la psicología es una VOCACIÓN, con mayúscula. Por eso, siempre que puedo, dedico parte de mi tiempo y mis recursos a ayudar a los demás de forma gratuita o a bajo coste. Consulta conmigo las condiciones para acceder a una terapia bonificada. Por razones obvias, las plazas para este servicio son limitadas. Igual que tú, tengo que pagar mis facturas a fin de mes 🙂

Además, si eres una organización sin ánimo de lucro, una asociación o entidad similar, necesitas un psicólogo para tus usuarios y no puedes pagarlo, contáctame: hablaremos.